Hoy nos levantamos con una buena noticia: la prohibición del perdón por parte de la familia a quienes participen en los crímenes de honor.
VÍCTOR M. OLAZÁBAL
Nueva Delhi. 07/10/2016
La nueva norma establece una pena de 25 años de prisión para quien asesine una mujer y el condenado no podrá recurrir a la clemencia familiar
Pakistán ha dado carpetazo a una laguna legal que permitía a los asesinos de mujeres quedar libres en los 'crímenes de honor' gracias al perdón de los familiares de la víctima. En una sesión conjunta de las dos Cámaras, el Parlamento ha aprobado por unanimidad una ley sobre estos delitos y otra sobre las violaciones.
La nueva norma establece una pena de 25 años de prisión para el condenado, que no podrá recurrir a la clemencia familiar para evitar la cárcel, una posibilidad que hasta ahora permitía que miles de asesinatos quedasen impunes.
Los llamados 'crímenes de honor' son aquellos que se cometen contra alguien que ha provocado una afrenta a la familia o a los valores de una comunidad. Lo habitual es que las acusadas de estas supuestas ofensas sean mujeres, siendo sus padres y hermanos quienes las condenen a la muerte más cruel. Así se castigan los amores elegidos libremente, las infidelidades o el "mal carácter".
Dado que estos delitos tienen lugar dentro de la familia, el culpable suele quedar libre gracias a que otros miembros condonan su crimen. Hasta hace unos años, incluso el propio asesino podía exculparse a sí mismo si era considerado el "heredero" de la víctima. A partir de ahora, no obstante, el perdón familiar sólo podrá evitarle la pena de muerte si los parientes de la víctima así lo deciden.
En la sesión parlamentaria, los legisladores aprobaron también una ley que acelera los juicios por casos de violación y que obliga a la realización de pruebas de ADN. Los veredictos tendrán que estar listos en el plazo de tres meses y las violaciones a menores y a personas con trastornos físicos o mentales estarán castigadas con la pena capital. "Este proyecto de ley será eficaz para reducir los casos de violación en todo el país", afirmó el senador de la oposición Farhatullah Babar, quien presentó las dos normas.
Además, según dijo el ministro de Justicia, Zahid Hamid, los policías en las comisarías estarán obligados a informar a las víctimas sobre sus derechos legales, una medida que pretende acabar con la resistencia que se suelen encontrar las mujeres cuando acuden a poner una denuncia.
Más de 1.000 crímenes de honor al año
Los 'crímenes de honor' están muy arraigados en las sociedades del sur de Asia. Sólo en Pakistán, la Comisión de Derechos Humanos del país registró en 2015 unos 1.100 casos, más que en años anteriores, si bien las cifras reales son mucho mayores ya que la mayoría de asesinatos no se denuncian. Quedan dentro de la familia. En silencio. En el olvido.
Un aspecto fundamental es la aceptación, la tolerancia, de parte de la sociedad. En 2011 un estudio de Pew Research concluyó que cuatro de cada 10 paquistaníes veía bien matar a una mujer si ha tenido relaciones sexuales antes del matrimonio o por adulterio para restaurar el honor familiar.
Durante años, las asociaciones de género y de derechos humanos han reclamado cambios en las leyes para hacer frente a la violencia contra las mujeres, pero la influencia de los sectores religiosos más conservadores, aupados por la interpretación de la ley islámica de destacados líderes, frenaba todo avance relevante en la legislación.
Un año de promesas (cumplidas)
En febrero los 'crímenes de honor' recibieron la atención del gobierno paquistaní después de que un documental sobre el tema (A girl in the river: the price of forgiveness) ganara un Oscar. Como si acabase de descubrir esta lacra en su país, el primer ministro, Nawaz Sharif, afirmó entonces que se había emocionado con la cinta y prometió que tomaría medidas para acabar con estos crímenes.
La prensa local siguió publicando de vez en cuando casos de este tipo en todo el país hasta que, en julio, el asesinato de Qandeel Baloch, una celebridad en internet por sus videos sensuales, a manos de su hermano recuperó la atención internacional y provocó de nuevo una reacción del gobierno paquistaní, que volvió pronunciarse sobre la necesidad de redactar una nueva ley.
Qandeel Baloch, asesinada pos su hermano |
Tres meses después, y con el voto unánime de todos los parlamentarios, llega esta ley que afecta a uno de los puntos fundamentales para que estos crímenes vivan en la impunidad. No obstante, sigue estando en manos del juez determinar si el asesinato que tiene delante se considera un 'crimen de honor' o no.
Hoy la directora del documental premiado, Sharmeen Obaid Chinoy, reconocía sentirse "orgullosa" y felicitaba al primer ministro Sharif por mantener su promesa. "Puede que no cambie mucho de la noche a la mañana, pero sin duda es un paso en la dirección correcta", ha escrito en su cuenta de Facebook.
Sharif, cuyo lema en este asunto es "no hay honor en los crímenes de honor", reconoce que es uno de los problemas más graves de Pakistán y se ha comprometido a garantizar "la aplicación de la nueva ley en todo el país".
"Las mujeres son la parte más fundamental de nuestra sociedad y creo en su empoderamiento, su protección y su emancipación para que puedan contribuir igualmente al desarrollo y prosperidad de nuestro país", ha señalado el mandatario en un comunicado tras la aprobación en el Parlamento. Fuera, en la calle, las cifras siguen siendo demoledoras. En lo que va de año, según ha citado la agencia Efe, se han registrado en Pakistán más de 400 asesinatos de este tipo.
Fuente: El Mundo
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