Ayer en la prensa me encontré con una terrible noticia a la que os pongo un enlace.
Imputados 4 de los presuntos violadores de San Fermín por abusar de otra chica
Imputados 4 de los presuntos violadores de San Fermín por abusar de otra chica
Parece ser que estos individuos que saltaron tristemente a la fama este verano en los San Fermines por violar entre todos a una chica no era la primera vez que lo hacían. Anteriormente, cuatro de ellos, habían violado a otra joven, a la que habían drogado previamente con burundanga, en las fiestas de Pozoblanco (Córdoba). Estos malnacidos además de violadores son también algo retrasados pues gravaron en vídeo sus hazañas y las compartieron en un chat. Solo espero que todo el peso de la ley recaiga sobre ellos.
La pregunta qué nos surge a todos de forma inmediata es: ¿por qué esta jauría de desaprensivos realiza estas acciones? Recordé entonces un artículo que leí hace un tiempo de Melissa McEwan publicado en Shakesville.com y traducido en la web Me han violado,El artículo se titulaba ¿Qué es la cultura de la violación? y pienso que su lectura puede ayudarnos a entender, aunque no a comprender, la violencia sexual contra las mujeres. El texto íntegro lo podéis encontrar en los enlaces anteriores y a continuación os transcribo algunas de las ideas fundamentales.
Una cultura de violación es un conjunto de creencias que
estimula la agresión sexual masculina y apoya la violencia contra las mujeres.
Es una sociedad donde la violencia se considera sexy y la sexualidad violenta.
En una cultura de la violación, las mujeres reciben una continua amenaza de
violencia que abarca desde comentaros sexuales a tocamientos o violación en sí.
Una cultura de la violación aprueba el terrorismo emocional y físico contra las
mujeres como norma.
En una cultura de la violación, mujeres y hombres asumen que
la violencia sexual es un hecho en la vida, inevitable como la muerte o los
impuestos. Esta violencia, sin embargo, no es una orden biológica o divina.
Mucho de lo que aceptamos como inevitable es, de hecho, la expresión de valores
y actitudes que pueden cambiar.
La cultura de la violación es alentar la agresión sexual
masculina. La cultura de la violación es considerar que la violencia es sexy y
la sexualidad violenta. La cultura de la violación es tratar la violación como
un cumplido,
o como la pasión desenfrenada de un hombre saludable hacia una mujer preciosa
haciendo irresistible la
necesidad de rasgar su corpiño o empujarla contra la pared, o una valla
de hierro forjado, o el capó de un coche, o tirar de su pelo, o tirarla en la
cama, o cualquiera de los millones de imágenes de lucha sexual en películas o
series y en las portadas de novelas románticas que vienen a decir que los
deseos violentos están indisolublemente ligados a la (hetero)sexualidad.
La cultura de la violación es establecer la heterosexualidad
como norma. La cultura de la violación es ligar la homosexualidad con prácticas
sexuales no consentidas como pedofilia o zoofilia. La cultura de la violación es proporcionar privilegios
a la heterosexualidad porque la imagen de dos adultos del mismo sexo entablando
relaciones igualitarias sin dominación y sumisión basadas en el género debilita
las (erróneas) razones biológicas para la existencia de la cultura de la
violación.
La cultura de la violación es que la violación sea usada
como arma, herramienta de
guerra, genocidio u opresión. La cultura de la violación es que la
violación sea usada como un correctivo para
“curar” a las lesbianas. La cultura de la violación es una cultura militarizada
y “producto natural de todas las guerras, sea donde sea, en todos los tiempos,
en todas las formas”.
La
cultura de la violación es que 1 de cada 6 mujeres sea agredida sexualmente en
su vida. La cultura de la violación es no hablar siquiera acerca de la realidad
de que muchas mujeres son agredidas varias veces a lo largo de su vida. La
cultura de la violación es el modo en que la amenaza constante afecta a la vida
diaria de las mujeres. La cultura de la violación es decir a las chicas y
mujeres que tengan cuidado con: lo que visten, cómo lo visten, por dónde
caminan, cuándo caminan, con quién hablan, en quién confían, lo que hacen, con
quién lo hacen, lo que beben, cuánto beben, si hacen contacto visual, si están
solas, si están con un extraño, si están en un grupo, si es de noche, si la
zona es desconocida, qué tipo de zapatos llevan en caso de tener que salir
corriendo, qué tipo de bolso llevan, qué tipo de joyería llevan, qué hora es,
qué calle es, qué ambiente es, con cuánta gente se acuestan, con qué tipo de
gente se acuestan, quiénes son sus amigos, a quién dan su número, quién está
cerca cuando viene el repartidor.
La cultura de la violación es culpar a la víctima. La
cultura de la violación es que un juez culpe
a una niña de su propia violación. La cultura de la violación es que
un cura
culpe a sus propias víctimas. La cultura de la violación es acusar
a un niño de disfrutar de ser secuestrado, violado y torturado. La cultura
de la violación es perder cantidades enormes de tiempo en encontrar una razón para
que la víctima pueda ser culpable de su propia violación.
La cultura de la violación es asignar a las víctimas la
carga de la prevención de las violaciones. La
cultura de la violación es animar
a las mujeres a tomar clases de autodefensa pensando que es la única solución
para prevenir una violación. La cultura de la violación es aconsejar a las
mujeres a que “tengan sentido común” o “sean más responsables” o “estén al
tanto de los riesgos de los bares” o “eviten esos lugares” o “que no vistan de
tal manera” y no aconsejar a los hombres que no violen.
La cultura de la violación es la gente que en lugar de
protegerte, como se les presupone, te viola – como padres, profesores, curas, policías, soldados…
La cultura de la violación es que un violador en serie nombrado miembro
de un panel federal tome decisiones sobre la salud de las mujeres.
La cultura de la violación es una resolución
judicial que dice que las mujeres no pueden retirar el consentimiento
una vez que el sexo comienza.
La cultura de la violación es la constante insistencia de
que las denuncias falsas son comunes, teniendo en cuenta que son menos comunes
(2%) que las denuncias falsas por robo (2.6%). La cultura de la violación son
las constantes afirmaciones de que las mujeres hacen acusaciones de violaciones
a tontas y a locas, cuando el 61% de las violaciones aún no son denunciadas.
La cultura de la violación es la cosificación de las
mujeres, lo cual es parte de un deshumanizante proceso en el que el
consentimiento permanece irrelevante. La cultura de la violación es tratar los
cuerpos de las mujeres como si fueran propiedad pública. La cultura de la
violación es el acoso callejero y los tocamientos en el transporte público, y
equiparar los cuerpos violados de mujeres con un hombre caminando por la calle
con objetos valiosos a la vista.
La cultura de la violación es ignorar que el modo en el que los
entornos laborales tratan el acceso sexual a las mujeres subordinadas,
como derecho de los hombres exitosos, puede coaccionar y
comprometer el consentimiento entusiasta.
La cultura de la violación es que la violación se use como
entretenimiento en películas, series, libros y videojuegos.
La cultura de la violación es que las series y las películas
omitan las violaciones de situaciones en las que sería una amenaza
significativa en la vida real.
La cultura de la violación es que Amazon te ofrezca
productos de “violación”.
La cultura de la violación es que existan chistes sobre
violaciones. La cultura de la violación es que haya camisetas con
chistes de violaciones, que estén en periódicos universitarios, en vídeos
caseros de soldados, en la radio, en las noticias, en las revistas,
en los vídeos virales, en promociones de películas
infantiles, en Page Six, en páginas de humor, en series de TV, en campañas
políticas, en disfraces,
en titulares, en escenarios, en política,
en películas,
en dibujos,
en bares, en la MTV, en tatuajes,
en comedias, en redes
sociales, en webs, en galas
de premios, en trailers, en laterales de autobuses, en instituciones
culturales…
La cultura de la violación es la cantidad inmensa de modos
en los que la violación es tácita y abiertamente inducida y estimulada hasta
saturar cada rincón de nuestra cultura tanto que la gente no es capaz de
entender lo que es en realidad la cultura de la violación..
Esto es más o menos todo. Es meramente la punta de un
inmenso iceberg.
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