En 1968, los profesores del MIT incorporaban a su plantilla a la primera mujer, Mildred Dresselhaus, o Millie, coloquialmente. Conviene recordar la historia de mujeres como ella, "una gigante" según el presidente del MIT, Rafael Reif, para animar a las niñas de hoy en día a que sueñen con llegar donde quieran. Que de eso se trata.
Pero volvamos a Dresselhaus, apodada la "Reina del Carbono" por sus aportaciones fundamentales sobre el uso de este material y que murió hace una semana, con 86 años. Ella fue la primera mujer en obtener una plaza de profesora titular del MIT y la primera en conseguir una Medalla de Ciencia en Ingeniería en EEUU, galardonada por el presidente George Bush en 1990 y por Barack Obama en 2014. Escribió ocho libros, participó en 1700 artículos y dirigió 60 tesis doctorales. Han sido muchos los que estos días han recordado el entusiasmo contagioso de Dresselhaus por la investigación y el MIT y el placer que era tenerla de tutora, como le pasó a Rafael Reif.
Ahora que en nuestro país vemos los esfuerzos que hacen desde la Academia de Ingeniería para promover vocaciones femeninas, leemos con admiración cómo Dresselhaus ya a principios de los 70 se encargó de hacer una comunidad de mentoras en el MIT para las estudiantes de ingeniería de primer año.
Dresselhaus, según la biografía del MIT, nació en Brooklyn y se crió en el Bronx. Ella misma lo contaba en su biografía al recibir el premio Kavli: Era hija de inmigrantes de Europa del Este en el Bronx, ya entonces un barrio conflictivo donde los profesores luchaban por mantener la disciplina en clase. Su hermano mayor tocaba el violín y, gracias a conocer a padres con educación universitaria en ese mundo musical, se pudo enterar de un instituto para niñas que fueran buenas estudiantes. Aprobó las pruebas de acceso.
Al acabar de estudiar en Hunter College, consiguió una beca Fulbright para seguir en Cambridge, Reino Unido. Durante los años 50, se fue formando en física en Radcliffe, Chicago y Cornell. Fue en Chicago donde obtuvo su doctorado, trabajando con el Premio Nobel Enrique Fermi. En 2015, en un discurso a mujeres dedicadas a la ciencia académica, la profesora del MIT contó lo importante que era la perseverancia y la determinación y contó cómo fueron muchos los que abandonaron por las exigencias del físico italiano. Ella, no. En Chicago conoció a su marido, Gene.
En 1960 llegó al MIT, al laboratorio Lincoln, que contrató al matrimonio y en 1967 al departamento de Ingeniería Eléctrica gracias a una plaza patrocinada por la Fundación Abby Rockefeller para mujeres académicas. En 1983 también entró en el departamento de Física. Y a mediados de los 80 se le distinguió con el título de Catedrático del Instituto (Institute Professor), algo que sólo tienen una docena de profesores del MIT. Al margen de su actividad en el MIT, llegó a ocupar posiciones como la presidencia de la academia de Física de EEUU.
La "Reina del Carbono" ha estado activa hasta el final de sus días y ha sido fundamental, según su universidad, para darle forma a MIT.nano, el nuevo centro sobre nanomateriales que abrirá el año que viene y en cuya web viene un vídeo de Dresselhaus.
Además, la reina del Carbono tuvo cuatro hijos con su marido. Una nieta dio la noticia de su muerte súbita. En el MIT, hoy, el 22% del profesorado son mujeres.
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